jueves, 23 de febrero de 2012

LA MINERÍA EN COLOMBIA


Las más grandes multinacionales del sector ya están en Colombia, empujadas por la feroz alza en los precios del carbón y del oro. La inversión extranjera también ha dado un salto, llegando a US$ 11.900 millones para el último quinquenio. Se estima que las exportaciones alcanzarán los US$ 54 mil millones en 2021. 

Esta fiebre minera llevó al gobierno anterior a otorgar casi 9.000 títulos sin respetar parques nacionales ni reservas indígenas. El crimen organizado también encontró allí una vía para repatriar sus utilidades de la droga y lavar dinero. Si Colombia aprovecha la bonanza que se inicia, puede saltar al desarrollo. Pero no será tarea fácil. 


Los precios de sus principales minerales, carbón, níquel y oro, se han trepado al cielo. Exploradores de toda índole y tamaño llegaron por miles a escarbar sus entrañas. Allí donde el suelo promete riqueza súbita, los ánimos febriles despiertan la ambición, y los viejos conflictos y violencias se exacerban. 

La combinación de mejores precios y menores riesgos resultó en una avalancha de peticiones de concesiones mineras legales que puso en aprietos el limitado catastro minero nacional. Aprovechando además una legislación flexible que se había aprobado en 2001, particulares y empresas pidieron títulos para 20 mil concesiones de exploración y explotación de minas –un título sirve para las dos –que cubren 22 millones de hectáreas de los 114 millones que tiene el país. Y el gobierno anterior les otorgó casi 9.000 títulos, sin respetar páramos (el ecosistema de alturas que produce gran parte del agua colombiana), ni parques nacionales, ni resguardos indígenas, ni territorios colectivos afrodescendientes.

Los miles de mineros informales que buscan explotar el oro de los ríos están contaminando el agua con metales pesados como el mercurio y al cianuro. Además, como la amalgama que se forma con estos metales se quema para extraer el oro, el aire también se envenena. La Defensoría encontró que en el aire de los pueblos mineros de Segovia, Zaragoza y Remedios, el nivel de mercurio puede ser hasta mil veces más alto que el permitido. En Remedios se descubrió que 15 personas han pedido trasplante de riñón por intoxicación con mercurio.

Tampoco están bajo control de las autoridades los accidentes laborales del sector que a mayo de este año había dejado ya 62 mineros muertos. La mayoría de estos accidentes suceden en las pequeñas minas artesanales en cuatro departamentos que producen carbón de socavón: Antioquia, Boyacá, Cundinamarca y Norte de Santander. La mayoría se produce cuando el gas metano atrapado en la mina estalla con una chispa de una lámpara o una cerilla o cuando los rudimentarios soportes de la mina se desploman.

http://www.semana.com/nacion/fiebre-minera-apodero-colombia/163716-3.aspx

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